Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 se produjeron 81 302 divorcios que, generalmente, se incrementan después del verano. Esos meses en los que las parejas deben convivir más tiempo juntas porque están de vacaciones. Si bien durante el resto del año están ocupadas entrando y saliendo de sus respectivos trabajos, y cumpliendo con sus obligaciones, esto cambia en junio, julio y agosto. Ahora bien, tras tomar la decisión de divorciarse, hay que pensar en los menores de la casa y elegir entre todos los tipos de custodia el que sea mejor para los hijos.
La convivencia no es fácil, pero los niños suelen pasarlo mal cuando sus padres deciden romper su matrimonio. Aunque esto puede ser algo positivo —se acaban las discusiones, el mal ambiente en casa y los reproches— hay que velar porque este trámite sea lo menos dañino posible para los más jóvenes. Por eso, conocer los distintos tipos de custodia para los hijos es importante. Así, se tomará la mejor decisión para ellos.
Custodia individual o exclusiva
La custodia individual o exclusiva es aquella que se atribuye a uno de los progenitores. Este será el máximo responsable de los niños, convivirá con ellos y se organizará un régimen de visitas para que el otro los pueda ver determinados días del mes. Eso sí, hay que tener en cuenta que en este tipo de custodia puede haber una pensión alimentaria. Un pago mensual que permanecerá vigente hasta que sus hijos se independicen.
Custodia compartida
Con respecto a la custodia compartida, ambos progenitores deben repartirse el tiempo en el que estarán con sus hijos. Puede ser cada quincena, cada mes o incluso trimestres. En este caso, los menores pueden permanecer en la misma vivienda y que sean los progenitores quienes vayan rotando, o que esto suceda al revés (lo que es más habitual).
Este es uno de los tipos de custodia más frecuentes en la actualidad que permite a ambos progenitores poder estar con sus hijos en igualdad de condiciones. Sin embargo, hay más alternativas, quizás, menos conocidas. Vamos a verlas.
Custodia partida
Uno de los tipos de custodia de los que no se habla tanto es la partida. Probablemente, porque solamente se da en circunstancias muy especiales y no es la situación idónea para los menores. Pues, en estas situaciones, los hermanos tienen que separarse, ya que un progenitor tendrá la custodia completa de unos hijos y el otro de los demás.
Conviene tener en cuenta que en un proceso de divorcio debe prevalecer siempre el bienestar de los hermanos y que estos se mantengan unidos. Por lo tanto, la custodia partida, si bien puede permitir que ambos progenitores tengan la custodia completa de algunos de sus hijos, esto puede ser doloroso para ellos.
Custodia ejercida por un tercero
Finalmente, el último de los tipos de custodia para los hijos es la ejercida por un tercero. Esto suele ocurrir cuando los progenitores no están capacitados para hacerse cargo de sus hijos, ya sea porque ha habido un caso de maltrato, de abandono, de dejadez, etc.
Generalmente, son los familiares los que suelen ejercer este tipo de custodia: abuelos, tíos, etc. El objetivo en un proceso de divorcio es que los menores puedan vivir en un ambiente estable y saludable. No obstante, al igual que el caso anterior, es uno de los tipos de custodia también excepcional y menos habitual que los dos primeros.
El divorcio implica romper un vínculo con la otra persona, repartirse los bienes e iniciar una nueva vida por separado. Sin embargo, cuando hay hijos, es necesario velar por su bienestar y elegir la custodia que más les pueda beneficiar. No siempre es sencillo, por eso, en Abogadas Asociadas analizamos cada situación particular para ofrecer recomendaciones personalizadas que protejan a los más jóvenes de la casa en estos procesos tan difíciles.