por abogada4 | Nov 30, 2023 | Sin categoría
Cuando una pareja se separa y uno de sus miembros era el que sustentaba a la familia económicamente, esto provoca un desequilibrio importante. La otra persona puede verse en serios apuros para hacer frente a los gastos que tiene, como el pago de la hipoteca, gastos de luz y de agua, entre otros. Cuando esto ocurre, existe la posibilidad de recurrir a la pensión compensatoria, una contribución económica a la que tendrá derecho.
¿Qué es la pensión compensatoria?
La pensión compensatoria es una cantidad de dinero que uno de los cónyuges le da al otro tras un proceso de separación o divorcio si su situación económica empeora debido a este hecho. Este derecho está recogido en el artículo 97 del Código Civil y permite garantizar que la persona que puede salir más perjudicada de la ruptura, mantenga un nivel de vida similar al que llevaba cuando estaba conviviendo con la otra persona en pareja.
¿Cómo se calcula la pensión compensatoria?
Para calcular la pensión compensatoria, el Código Civil establece que se tendrá en cuenta la edad y también el estado de salud. No será lo mismo que la pareja tenga 30 años y no tenga ninguna enfermedad ni problema, que si esta tiene 60 y alguna patología diagnosticada. Los dos casos no son iguales y, por tanto, se tendrá en cuenta para saber cuál será la cuantía más justa para que su calidad de vida sea la adecuada.
Asimismo, también se valorará la formación y capacidad de la persona de acceder a un empleo, la duración del matrimonio y si se ha dedicado enteramente al cuidado de la casa y de los hijos. A pesar de todo esto, el juez tendrá la palabra final para hacer este cálculo, revisar los acuerdos que hayan establecido los cónyuges y tomar una decisión.
Casos en los que no procede la pensión compensatoria
A pesar de lo anterior, no siempre se puede pedir una pensión compensatoria, ya que hay situaciones en las que esto no procede. Estos casos son:
- Cuando la separación o divorcio afecta económicamente a los dos cónyuges por igual, sin que exista ningún tipo de desigualdad. En este tipo de situaciones, uno no puede darle una pensión compensatoria al otro, puesto que también está en una circunstancia difícil en lo referente al dinero.
- Cuando el nivel de vida se mantiene y no se produce ningún desequilibrio. Esto puede pasar si se tiene un trabajo, ahorros, etc. Por lo tanto, aunque uno de los cónyuges pueda salir de la relación teniendo un trabajo mejor y mayores ingresos, si esto no afecta en el que el otro acabe en la calle o tenga dificultades para asumir las facturas, la pensión compensatoria no procederá.
¿Cuál es la duración de una pensión compensatoria?
Esto dependerá un poco de cada circunstancia. Si el divorcio o separación tiene lugar en una edad avanzada en la que hay enfermedad de por medio, tal vez la pensión compensatoria acabe siendo vitalicia, es decir, de por vida. Pero, esto sucede tan solo en casos muy concretos, ya que lo habitual es que acabe teniendo un fin.
Cuando la pensión se establece periódicamente, pero con tiempo máximo limitado, lo que se suele tener en cuenta son los años de convivencia que ha mantenido el matrimonio. Así, por ejemplo, si llevaban 19 años juntos, la pensión tendrá una duración mayor que si la convivencia ha durado solamente 1 año.
La pensión compensatoria es, por tanto, una herramienta fundamental para garantizar el bienestar económico del cónyuge, que puede salir más perjudicado de una separación o divorcio, durante un tiempo determinado. Se trata de una pensión a la que se tiene derecho y que se puede solicitar. En Abogadas Asociadas te podemos ayudar.
por abogada4 | Oct 30, 2023 | Sin categoría
Cuando una persona fallece, los bienes, propiedades y deudas que tenía a su nombre pasan a sus herederos. Sin embargo, hay situaciones en las que hay un deseo de renunciar a la herencia. Pero ¿esto es legal? Según el Código Civil, sí. Las personas que directamente van a recibir los bienes de la persona fallecida (incluso si han sido incluidas en el testamento) pueden negarse a recibirlos sin ningún problema.
¿Qué es lo que puede llevar a una persona a desear renunciar a la herencia? ¿Hay consecuencias? Esto es lo que analizaremos en Abogadas Asociadas, puesto que este tipo de situaciones suelen ser más frecuentes de lo que parece.
Motivos para renunciar a la herencia
Los motivos para renunciar a la herencia son diversos. Tal vez, el heredero no haya tenido una buena relación con la persona cuando estaba en vida y no quiera asumir la responsabilidad que supone heredar todas sus propiedades. No obstante, existen otras razones que son más frecuentes y que tienen que ver con lo siguiente.
Renunciar a una herencia con deudas
Una de las razones principales es renunciar a una herencia con deudas. Pues, cuando se hereda un patrimonio, se hace lo propio con todo el dinero que todavía está pendiente de pagar. Algunos ejemplos pueden ser:
- Una hipoteca que aún no se ha pagado en su totalidad.
- Pagos a los trabajadores de una empresa.
- Otros pagos pendientes con sus correspondientes incrementos.
Cuando se renuncia a una herencia, las deudas desaparecen. Pero, también debes tener en cuenta que te quedarás sin ningún bien ni propiedad que haya tenido la persona que ha fallecido. Y es que, en ocasiones, puede no compensar aceptar una herencia si las deudas no son asumibles, ni siquiera vendiendo las propiedades que se van a recibir.
Renunciar a una herencia en favor de otro heredero
Otro de los motivos es renunciar a una herencia en favor de otro heredero. Por ejemplo, si un hijo que no ha tenido descendencia fallece, toda su herencia (a menos que haya elaborado un testamento) irá para sus padres porque son el primer grado de consanguinidad. No obstante, puede que ellos la rechacen para beneficiar a los hermanos de la persona fallecida. Al negarse a la herencia, ellos serán los herederos.
Consecuencias de renunciar a la herencia
La principal consecuencia de renunciar a la herencia es que no recibirás ninguna propiedad ni bien. Por lo tanto, te quedarás, como se dice comúnmente, “con las manos vacías”. Sin embargo, hay otros elementos que conviene tener presentes:
- La renuncia es irrevocable: por lo que una vez que has tomado la decisión de renunciar a la herencia no va a haber marcha atrás.
- Puedes tener que pagar el impuesto de sucesiones: sobre todo, si no emites tu renuncia antes de los 6 meses después del fallecimiento.
- Si renuncias a la herencia, no pasará a tus hijos: a excepción de que en el testamento se exprese esta voluntad de dejar los bienes a los nietos.
¿Qué hay que hacer para renunciar a la herencia?
Una vez que tienes claro que deseas renunciar a la herencia, debes acudir ante un notario. Pues no resultará válido que expreses tu deseo verbalmente, sino que debe quedar por escrito. El notario va a redactar un documento en el cual se reflejará tu deseo de renunciar a la herencia y a los bienes, pero también derechos y obligaciones que asumirías en el caso de haberla aceptado. Tras eso, debes firmar el documento.
Renunciar a la herencia es una decisión muy personal. Pues hay circunstancias en las que asumir una herencia puede traer muchos problemas para la economía familia, sobre todo cuando existen deudas. Si tienes alguna pregunta al respecto o necesitas ayuda, Cristina, nuestra experta en herencias y sucesiones, podrá echarte una mano.
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por abogada4 | Ago 11, 2023 | Sin categoría
¿Sabías que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se produjeron 3674 separaciones en España en tan solo 1 año? Sin embargo, a menudo hay muchas dudas acerca de este trámite y, si hay niños de por medio, la situación puede ser complicada para ellos. Por eso, si por tu mente ha pasado lo siguiente, “me quiero separar y no sé por dónde empezar”, es el momento de que sepas qué pasos debes dar.
Quiero separarme de mi marido, ¿me conviene separarme o divorciarme?
Lo primero que hay que aclarar cuando surgen las dudas con respecto a “me quiero separar y no sé por dónde empezar” es que cuando tienes clara la decisión de que quiero separarme de mi marido esto es diferente a un divorcio. Y es que, en el primer caso, el vínculo matrimonial continúa estando presente, aunque ya no mantengas una relación romántica con la otra persona. De hecho, los bienes tampoco se reparten y, por eso, el trámite es algo más rápido que en el caso del divorcio. Pues, si uno de los miembros de la pareja (ahora expareja) pone trabas durante el proceso, puede llegar a alargarse bastante.
¿Cuándo conviene separarse?
- Si existe una posibilidad de reconciliación y deseo de volver a vivir juntos.
- Si todavía existe amor entre la pareja y no se quiere romper de todo el vínculo.
Compartir abogada es la mejor opción
Una vez que se tiene clara la voluntad de ponerle fin a la relación y el pensamiento de “quiero separarme, ¿por dónde empiezo?” es firme, es el momento de iniciar todo el proceso. Para ello, lo idóneo es buscar un abogado o abogada en común para que el trámite sea más barato. No obstante, esto no siempre es posible, sobre todo cuando hay problemas entre la pareja o uno de sus miembros no quiere separarse. En estos casos, puede que no haya otra alternativa que buscar a un letrado por separado.
En Abogadas Asociadas ofrecemos toda la información necesaria para estos momentos tan difíciles en los que por la cabeza te ronda el “quiero separarme de mi esposo”, pero no sabes qué hacer. Por eso, destacamos la sencillez y cercanía para agilizar todos los trámites, y que puedas empezar un nuevo capítulo en tu vida. Aunque lo preferible es la vía amistosa, a veces, no hay otra forma que hacerlo por la judicial llegado el momento.
Quiero separarme, pero tengo hijos: ¿qué debo hacer?
En ocasiones, el deseo de “me quiero separar y no sé por dónde empezar” se complica por los hijos. Y es que hay muchas dudas sobre el tema de las custodias y de la pensión alimenticia en el momento de tomar esta decisión. Lo que hay que saber es que habrá que elegir el mejor tipo de custodia para ellos. Así que, si quiero separarme, pero tengo hijos, ten en cuenta lo siguiente:
- Custodia exclusiva: se le concede a solo uno de los progenitores que será, generalmente, el que se quedará en la vivienda familiar.
- Custodia compartida: los dos progenitores deberán repartirse el tiempo en el que estarán con los hijos quincenalmente, mensualmente o trimestralmente.
- Custodia partida: es una situación poco recomendada en la que los hermanos se separan. Así unos hijos estarán con un progenitor y los demás con el otro.
Si los hijos son mayores de 12 años pueden decidir con qué progenitor vivir y en el caso de que la custodia sea completa, el otro progenitor puede tener que pagar una pensión alimenticia. No obstante, conviene sentarse y hablar con ellos antes de iniciar todo el proceso de separación para que sepan lo que va a ocurrir y que sean conscientes de que sus padres van a continuar velando por su bienestar. Y es que dentro de lo complicada que resulta esta situación, es importante darles tranquilidad, amor y seguridad.
Contactar con una abogada de familia
Hay muchos profesionales expertos en separaciones y divorcios, pero cuando “me quiero separar y no sé por dónde empezar”, debes saber que lo mejor es elegir a aquellos que estén especializados en separaciones en las que haya menores de por medio, como Inma de Abogadas Asociadas. Ella se encuentra familiarizada con el convenio regulador, los temas de custodia de los hijos y el régimen de visitas, entre otras cuestiones.
Buscar a una mediadora
Asimismo, Inma también es especialista en mediación, algo crucial en estos casos de separación con hijos. Porque no siempre es fácil llegar a acuerdos, ya que ambos progenitores pueden querer la custodia completa o tener opiniones contrarias sobre los términos de la separación con relación a los menores. Por lo tanto, una mediadora en temas de familia será de gran ayuda para el proceso de separación sea mucho menos complicado.
Superar el miedo a romper el vínculo
Puede que por tu mente también aparezca el pensamiento de “quiero separarme, pero tengo miedo”. Esto es completamente normal, puesto que la rutina se va a romper, así como la relación, y todo cambiará a partir de esa decisión. Sin embargo, a pesar de lo difícil que es esto, en ocasiones, es la mejor opción. Se acabarán las tensiones y discusiones en casa, y los menores podrán vivir mucho más tranquilos, porque sus progenitores ya no tendrán que convivir juntos cuando ya no son capaces de mantener una sana convivencia.
En Abogadas Asociadas entendemos que el deseo de me quiero separar y no sé por dónde empezar puede ser un paso difícil de tomar por las dudas, los miedos y las preocupaciones. Por eso, contar con profesionales que acompañen en este proceso es crucial.
por abogada4 | Jul 25, 2023 | Sin categoría
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 se produjeron 81 302 divorcios que, generalmente, se incrementan después del verano. Esos meses en los que las parejas deben convivir más tiempo juntas porque están de vacaciones. Si bien durante el resto del año están ocupadas entrando y saliendo de sus respectivos trabajos, y cumpliendo con sus obligaciones, esto cambia en junio, julio y agosto. Ahora bien, tras tomar la decisión de divorciarse, hay que pensar en los menores de la casa y elegir entre todos los tipos de custodia el que sea mejor para los hijos.
La convivencia no es fácil, pero los niños suelen pasarlo mal cuando sus padres deciden romper su matrimonio. Aunque esto puede ser algo positivo —se acaban las discusiones, el mal ambiente en casa y los reproches— hay que velar porque este trámite sea lo menos dañino posible para los más jóvenes. Por eso, conocer los distintos tipos de custodia para los hijos es importante. Así, se tomará la mejor decisión para ellos.
Custodia individual o exclusiva
La custodia individual o exclusiva es aquella que se atribuye a uno de los progenitores. Este será el máximo responsable de los niños, convivirá con ellos y se organizará un régimen de visitas para que el otro los pueda ver determinados días del mes. Eso sí, hay que tener en cuenta que en este tipo de custodia puede haber una pensión alimentaria. Un pago mensual que permanecerá vigente hasta que sus hijos se independicen.
Custodia compartida
Con respecto a la custodia compartida, ambos progenitores deben repartirse el tiempo en el que estarán con sus hijos. Puede ser cada quincena, cada mes o incluso trimestres. En este caso, los menores pueden permanecer en la misma vivienda y que sean los progenitores quienes vayan rotando, o que esto suceda al revés (lo que es más habitual).
Este es uno de los tipos de custodia más frecuentes en la actualidad que permite a ambos progenitores poder estar con sus hijos en igualdad de condiciones. Sin embargo, hay más alternativas, quizás, menos conocidas. Vamos a verlas.
Custodia partida
Uno de los tipos de custodia de los que no se habla tanto es la partida. Probablemente, porque solamente se da en circunstancias muy especiales y no es la situación idónea para los menores. Pues, en estas situaciones, los hermanos tienen que separarse, ya que un progenitor tendrá la custodia completa de unos hijos y el otro de los demás.
Conviene tener en cuenta que en un proceso de divorcio debe prevalecer siempre el bienestar de los hermanos y que estos se mantengan unidos. Por lo tanto, la custodia partida, si bien puede permitir que ambos progenitores tengan la custodia completa de algunos de sus hijos, esto puede ser doloroso para ellos.
Custodia ejercida por un tercero
Finalmente, el último de los tipos de custodia para los hijos es la ejercida por un tercero. Esto suele ocurrir cuando los progenitores no están capacitados para hacerse cargo de sus hijos, ya sea porque ha habido un caso de maltrato, de abandono, de dejadez, etc.
Generalmente, son los familiares los que suelen ejercer este tipo de custodia: abuelos, tíos, etc. El objetivo en un proceso de divorcio es que los menores puedan vivir en un ambiente estable y saludable. No obstante, al igual que el caso anterior, es uno de los tipos de custodia también excepcional y menos habitual que los dos primeros.
El divorcio implica romper un vínculo con la otra persona, repartirse los bienes e iniciar una nueva vida por separado. Sin embargo, cuando hay hijos, es necesario velar por su bienestar y elegir la custodia que más les pueda beneficiar. No siempre es sencillo, por eso, en Abogadas Asociadas analizamos cada situación particular para ofrecer recomendaciones personalizadas que protejan a los más jóvenes de la casa en estos procesos tan difíciles.
por abogada4 | Jun 28, 2023 | Sin categoría
La pensión compensatoria es un derecho que todas las personas tienen después de una separación o divorcio. Sin embargo, deben darse unas circunstancias muy concretas para que la solicitud se pueda llevar a término y su resolución sea favorable para la parte interesada. Debido a las dudas que suele generar la indemnización compensatoria, hoy analizaremos con detalle todos los aspectos para pedirla cuando sea posible.
¿Qué significa “pensión compensatoria”?
Cuando hablamos de pensión compensatoria, nos referimos a una cantidad de dinero que percibirá uno de los cónyuges gracias a las aportaciones económicas del otro. Esto sucede siempre y cuando se cumpla con lo que especifica el artículo 97 del Código Civil:
“El cónyuge al que la separación o el divorcio produzca un desequilibrio económico en relación con la posición del otro, que implique un empeoramiento en su situación anterior en el matrimonio, tendrá derecho a una compensación que podrá consistir en una pensión temporal o por tiempo indefinido, o en una prestación única, según se determine en el convenio regulador o en la sentencia”.
Por lo tanto, podríamos resumir que esta indemnización compensatoria tiene como objetivo evitar que uno de los cónyuges se encuentre en una situación desfavorable tras la separación o divorcio que le impida asumir los gastos diarios que pueda tener.
Un ejemplo habitual se produce cuando uno de los miembros de la ahora expareja se ha dedicado al cuidado del hogar, por lo que solo una persona trabajaba. En estos casos, se solicitará la pensión compensatoria hasta que se encuentre un empleo.
Características de la pensión compensatoria
Además de lo anterior, la pensión compensatoria tiene una serie de características que es importante conocer. Pues, estas determinarán no solo la periodicidad de los pagos, sino también las vías para solicitar esta indemnización después de una ruptura:
- Puede ser de mutuo acuerdo o no: en el segundo caso, habrá que llevar el trámite por la vía judicial, lo que puede hacer que se dilate en el tiempo y que la relación entre los cónyuges empeore por la falta de entendimiento.
- El pago puede ser recurrente o único: esto quiere decir que se puede establecer un ingreso mensual de una cantidad prefijada o, por el contrario, una cuota única que no se volverá a abonar en el futuro.
- Tendrá carácter temporal o indefinido: en el primer caso puede estar condicionado a una fecha concreta o hasta que se encuentre trabajo. El segundo dependerá de determinadas circunstancias, como la edad.
- El importe se anula en ciertos supuestos: si el cónyuge beneficiario de esta ayuda se casa con otra persona, entonces, la pensión compensatoria puede anularse, por lo que dejaría de recibir la indemnización.
¿Se puede solicitar una pensión compensatoria tras la jubilación?
Sí, de hecho, este es uno de los pocos casos en los que la indemnización podría tener un carácter indefinido. Cuando la pensión de un cónyuge es notablemente inferior a la del otro —porque no ha trabajado o cotizado lo suficiente—, puede solicitar la pensión compensatoria para subsistir. Dado que a determinadas edades no es posible trabajar, esta pensión puede estar vigente hasta el fallecimiento de la persona.
¿Es viable pedir una pensión compensatoria sin estar casados?
En este caso, y de acuerdo a lo que recoge el Código Civil, no es posible acceder a una pensión compensatoria sin estar casados. Y es que se deja bien claro que los cónyuges deben haber formalizado su matrimonio y, por lo tanto, tampoco es viable pedir una pensión compensatoria por pareja de hecho. Así que, es importante tener esto presente porque en estas circunstancias el trámite no tendría una resolución favorable.
¿Qué ocurre si el cónyuge que abona la pensión compensatoria fallece?
Esta es una duda habitual que suelen tener nuestros clientes cuando llegan a nuestras oficinas. Y es que si el cónyuge responsable de los ingresos por la indemnización compensatoria fallece mientras todavía se encuentran los pagos vigentes, ¿qué es lo que sucede en estos casos? ¿Se queda la expareja sin la pensión? La respuesta es “no”.
Serán los herederos, o el patrimonio del cónyuge fallecido, los que responderán por las cuotas que todavía faltan por abonar. El Código Civil, en su artículo 101, aclara:
“El derecho a la pensión no se extingue por el solo hecho de la muerte del deudor. No obstante, los herederos de este podrán solicitar del Juez la reducción o supresión de aquella, si el caudal hereditario no pudiera satisfacer las necesidades de la deuda o afectara a sus derechos en la legítima”.
Si crees que tienes derecho a una pensión compensatoria, no dudes en ponerte en contacto con nosotras. Estaremos encantadas de analizar tu situación y verificar que puedes acceder a esta ayuda tras tu separación o divorcio.
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